Todo tiene su tiempo...
y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora

miércoles, 29 de octubre de 2008

Amanecer

Amanecer desde mi ventana, hoy
(¿a quién se le ocurriría tener un mal día con un comienzo así?)




Todos los días ahora despierto con alegría y pena.
Antiguamente despertaba sin sensación alguna; despertaba.
Tengo alegría y pena porque pierdo lo que sueño
y puedo estar en la realidad donde está lo que sueño.
No sé lo que he de hacer con mis sensaciones.
No sé lo que he de ser conmigo solo.
Quiero que ella me diga cualquier cosa para despertar de nuevo.


O Pastor Amoro
so
Alberto Caeiro


P.d: a mi Ami q fue quien me regaló este hermoso escrito de Pessoa, que tanto me gusta.

Pequeño rincón de cosas que leo y me sorprenden



Ella barrió el otoño del patio de mi casa
y casi a quemarropa se nos vino el verano.

De súbito, la escoba se llenó de ramas
y a sus manos, ya verdes, regresaron los pájaros.

Todo de golpe. Todo cruzó como una ráfaga.
Sucedió tan de pronto q no puedo acordarme
ni cómo se llamaba.

Barrió el otoño y luego
ella olvidó acordarse.
Creo q hemos pactado no acordarnos de nada.
Pero el otoño vuelve cada otoño
a mi casa, y acumula mil hojas
donde no escribo nada.

Ella no ha vuelto. Nunca voverá a su tarea
de barrer el otoño del patio de mi casa.
En adelante, el viento barrerá la nostalgia.

Lo que no entiendo es,
cómo me olvidé de olvidarla.

("Ronda para barrer el patio")
Armando Tejada Gómez