ESPERANZA...
Me siento como Isabel... "Mañana, mañana, mañana...!"
Quién sabe!?
A continuación, les dejo el comienzo de la Escena 17 del Primer Acto de "Los árboles mueren de pie".
MAURICIO.- ¿Tranquila ya?
ISABEL.- Tranquila.
MAURICIO.- ¿De verdad no tiene miedo?
ISABEL.- No. Ahora es algo más profundo. No sé lo que va a decirme, pero siento que toda mi vida está pendiente de esas palabras. ¡Hable, por favor!
MAURICIO.- Conteste primero. (Da un paso hacia ella). Señorita Quintana, ¿qué le ocurrió anoche?
ISABEL (retrocede turbada).- ¡No, eso no! ¿Con qué derecho me lo pregunta?
MAURICIO.- Es necesario. Conteste.
ISABEL.- ¡Déjeme! ¡No me obligue a recordarlo! (Se deja caer en un asiento, sollozando ahogadamente).
MAURICIO.- Vamos, no sea niña. Míreme a los ojos: no son los de un policía, ni los de un juez. Confiese sin miedo. ¿Qué le ocurrió anoche?
ISABEL.- Estaba desesperada... ¡no podía más! Nunca tuve una casa, ni un hermano, ni siquiera un amigo. Y sin embargo esperaba... esperaba en aquel cuartucho de hotel, sucio y frío. Ya ni siquiera pedía que me quisieran; me hubiera bastado alguien a quien querer yo. Ayer, cuando perdí mi trabajo, me sentí de pronto tan fracasada, tan inútil. Quería pensar en algo y no podía; sólo una idea estúpida me bailaba en la cabeza: "no vas a poder dormir...no vas a poder dormir". Fue entonces cuando se me ocurió comprar el veronal. Seguramente las calles estaban llenas de luces y de gente como otras noches, pero yo no veía a nadie. Estaba lloviendo, pero no me di cuenta hasta que llegué a mi cuarto tiritando. Hasta aquel pobre vaso en que revolvía el veronal tenía rajado el vidrio. Y la idea estúpida iba creciendo: "¿Por qué una noche sola...? ¿Por qué no dormirlas todas de una vez?" Algo muy hondo se rebelaba dentro de mi sangre mientras colocaba en el vaso el tubo entero; pero ni un clavo donde agarrarme; ni un recuerdo, ni una esperanza... Una mujer terminada antes de empezar. Había apagado la luz y sin embargo cerré los ojos. De repente, sentí como una pedrada en los cristales y algo cayó dentro de la habitación. Encendí temblando... Era un ramo de rosas rojas, y un papel con una sola palabra: "¡Mañana!" ¿De dónde me venía aquel mensaje? Quién fue capaz de encontrar entre tantas palabras inútiles la única que podía salvarme. "¡Mañana!" Lo único que sentí es que ya no podía morir esa noche sin saberlo. Y me dormí con la lámpara encendida, abrazada a mis rosas, ¡mías!, las primeras que recibía en mi vida... y con aquella palabra buena calándome como otra lluvia: "Mañana, mañana, mañana...!" (Pausa, recobrándose). A la mañana siguiente, cuando me desperté... (Busca en su cartera).
MAURICIO.- Cuando se despertó había debajo de su puerta una tarjeta azul diciendo: "No pierda su fe en la vida. La esperamos".
Tomado del blog de Matias
http://todoloqueimagines.blogspot.com
20 comentarios:
Siempre hay un mañana, siempre hay un futuro y siempre hay que pensar para adelante. No mucho, no hace falta hacer grandes planes y soñar con cosas imposibles. Es pasito a pasito la mejor manera de ir viviendo la vida y disfrutándola.
Vivir el hoy sabiendo que mañana será otro día.
Besos
Pensar en mañana es crear un mundo posible y abrir el presente a lo imposible.
(gracias por pasar)
confianza en uno mismo sobre todo. porque ese mañana ya llega y puede ser enteramente nuestro.
el resto lo dijo muy bien sophie.
ay.. me olvidé:
la patagonia en blanco y negro y color, qué más se puede pedir?
Andru querida:
Dirían mis hijos: Ma, vos siempre metiendo la pata? Jajaja!
Mmmmmm, seré yo, Isabel?
BACI, STEKI.
Mañana no es un dia más es un dia menos...
Beso
Mañana... es mejor!
(O al menos, siempre puede serlo)
Es el gran misterio de los hombres: "Que habrá el día de mañana?"
Devuelvo la pasadita, muchas gracias! Nos leemos la próxima (?)
Un abrazo!
Gracias a todos por sus comentarios!
Cada día trae su propio afán, por eso (y sin renunciar a nuestra capacidad soñadora) vivamos el hoy, sin dejar q el mañana nos robe la bendición de vivir y disfrutar lo que tenemos frente a nosotros en este día.
Vivir el día como lo q es: horas únicas e irrepetibles (con las buenas y las malas).
Mañana?... es una sorpresa.
Besos a todos!!
Mañana siempre existe la posibilidad de algo nuevo, digo cada segundo es la oportunidad de que todo cambie repentinamente.
Te invito a pasar por mi Blog:
http://extranorincon.blogspot.com/
Saludos
Gracias por pasar!
bellisimas tus fotos del sur!
Me saco el sombrero ante usted.
Y bellisimo blog, te dejo un beso de uva.
PD: y sí, mirá "El ilusionista" que está muy muy bueno.
Se recomineda ver acompañado....
vindo de mi amiga steki... vi luz...
la fe, que nunca se perca... e si.. las arbores con su flexiblidad, pero morrem de pié..
abrazo serrano, desde o Mali
Vi luz y quise agradecer el comentario. Siempre tuve la creencia de que lo que escribo pertenece a quien lo lee.
Voy a seguir escribiendo, asi que espero que sigas pasando.
Saludos.
Bueno, yo también vi luz y entré :P
Ah, una duda, a cual de tus dos blogs tengo que entrar?
Asi lo hago seguido.
Saludos!
Vine a devolver la gentileza de tu visita a mi blog, y me encuentro con un muy bello blog.
Me encanta tu hermosa provincia.
Muy esperanzador el fragmento de "Los árboles...", pero es verdad, la vida, es hoy, vivámosla a full, sin guardarnos nada, mañana será otro día.
Un abrazo.
Gracias por pasar por el blog y postear algo, me pregunto como habras caido en el? jaja. Muy buenas tus fotos, no conozco Chubut, pero no faltará oportunidad, el sur es tremendo. Saludos.
Pasado mañana se cumple un mes de la muerte de Matias, titular del blog www.todoloqueimagines.blogspot.com.SE QUE USTEDES SE VISITABAN,por eso cumplo con avisarte.
Un amigo de MATIAS
(alias tennisjournalist)
Cuando tenía 11 años mi maestra d 6º nos llevó a ver esta obra en un oculto teatrito dl centro.
Me maravillé ! Quedé taaan cautivada q 27 años después sigo recordando la sensación q me causaba el sonido d los zapatos d los actores al caminar x el escenario.
Una obra estupenda de Alejandro Casona.
Gracias x postear esta escena.
Disfruté tu blog. Saludos
La película basada en esa obra es un clásico del cine argentino.
¡De colección!
Un placer conocer este rincón donde la luz nos llama.
muy bueno, me gustó el poema, y también el fragmento
un abrazo desde la otra orilla del charco sentimental
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